A medida que avanzamos vamos pasando por pintorescos pueblitos: Samme, Casmiche, Agallpampa, Yamobamba y Motil, donde encontramos estampas de visa compestre que parecen detenidas en el tiempo. Los cerros generalmente cubiertos de vegetación ofrecen a los ojos del viajero distintas tonalidades de verdes y ocres, enmarcados por un cielo serrano color azul.
Pero a unas horas de camino al llegar a shorey, encontramos asientos mineros donde el paisaje se vuelve totalmente distinto seco y casi desierto donde la unica vegeación es el ichu.
Luego se desciende hasta llegar a Santiago de Chuco, capital de la provincia, tierra de César Vallejo.
De aquí a Cachicadán restan 10 km que se hacen en unos 40 minutos por una senda serpenteante que bordea los cerros nuevamente cubiertos de verdor teniendo siempre a la vista el pueblo, que parece suspendido en una ladera de las montañas.
Pero a unas horas de camino al llegar a shorey, encontramos asientos mineros donde el paisaje se vuelve totalmente distinto seco y casi desierto donde la unica vegeación es el ichu.
Luego se desciende hasta llegar a Santiago de Chuco, capital de la provincia, tierra de César Vallejo.
De aquí a Cachicadán restan 10 km que se hacen en unos 40 minutos por una senda serpenteante que bordea los cerros nuevamente cubiertos de verdor teniendo siempre a la vista el pueblo, que parece suspendido en una ladera de las montañas.